viernes, 25 de febrero de 2011

"Carmina Burana": la poesía de los goliardos

Durante la Edad Media (XII-XIII) ,algunos jóvenes estudiantes y clérigos anónimos, denominados "goliardos", tal vez por su relación con el mítico Goliat, símbolo del demonio, decidieron mantener una actitud crítica hacia la Iglesia y sus valores. Para ello, elaboraron una serie de poemas y cantos donde , mezclando latín y alemán antiguo, rechazaban todo aquello con ironía y sátira al tiempo que apostaban por una concepción del mundo más terrenal, más placentera, cantando al vino, al amor y a la libertad.

En otras palabras, estos "goliardos" estaban orientados hacia el clásico horaciano del "carpe diem". Compartiendo el desprecio del mundo que tenía la Iglesia, optaban por aprovechar las cosas fútiles y perecederas del mundo antes de que fuese tarde (de acuerdo con el principio del "carpe diem"). Así lo hacían: iban a las tabernas, cantaban y bebían y procuraban romper con la seriedad y la doctrina rígida, del mundo como un valle de lágrimas, que por aquellos entonces propugnaba la Iglesia cristiana.

El músico y compositor Carl Orff utilizó algunos textos de los "goliardos" para crear la maravillosa obra, "Carmina Burana", una pieza majestuosa de más de una hora, con el famoso "O Fortuna" como apertura. En este sentido, me parece una magnífica forma musical para estos textos, de los que precisamente os dejo aquí dos traducciones tomadas de otros blogs que pongo al final del todo. Además, os cuelgo el vídeo que se usó para estos mismos textos con la música de Carl Orff: el simbolismo del ángel y el demonio, la rueda de la fortuna, los estamentos medievales, el baile de los vivos con los muertos y la atmósfera del vídeo son geniales para entender las ideas goliardescas y la concepción del mundo establecida por la Iglesia que ellos atacaban.

¡Oh Fortuna!,/como la luna/cambiante,/siempre creciendo/y decreciendo;/ detestable vida/ primero oprimes/ y luego alivias/ a tu antojo;/ pobreza/ y poder/ derrites como el hielo.// Destino monstruoso/ y vacío,/ tu rueda da vueltas,/ perverso,/ vano es el bienestar/ y siempre/ se disuelve en nada,/ sombrío/ y velado/ me mortificas a mí también;/ ahora por el juego/ traigo mi espalda desnuda/ para tu villanía.// El Destino está contra mi/en la salud/ y la virtud,/ empujado/ y lastrado,/ siempre esclavizado./A esta hora/ sin demora/ toca las cuerdas/ vibrantes;/ puesto que el Destino/ derrota al más fuerte, ¡llorad todos conmigo!

Lloro por las ofensas de Fortuna/
con ojos rebosantes,/
porque sus regalos para mí/
ella rebeldemente se los lleva/
Verdad es, escrito está,/
que la cabeza debe tener cabello/
pero frecuentemente sigue/
un tiempo de calvicie./
En el trono de Fortuna/
yo acostumbraba a sentarme noblemente/
con prosperidad/
y con flores coronado;/
evidentemente mucho prosperé/
feliz y afortunado,/
ahora me he desplomado de la cima/
privado de la gloria./
La rueda de la Fortuna gira;/
un hombre es humillado por su caída,/
y otro elevado a las alturas./
Todos muy exaltados;/
el rey se sienta en la cima,/
permítanle evitar la rutina/
ya que bajo la rueda leemos/
que Hécuba es reina.


Fuentes tomadas:
Estébanez Calderón, Demetrio ,"Diccionario de términos literarios", Alianza Editorial, Madrid

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